Relieves de las mesas de Tudmir: Pan de Calatrava

Pan de Calatrava. ultreia

Este dulce de la gastronomía murciana es uno de esos postres indispensables en toda sobremesa que se precie. Una excelente forma de acabar una buena comida servida en las tierras de la antigua región biprovincial de Albacete y Murcia, siendo en estos lugares donde el pan de Calatrava encuentra sus mayores feudos.

Es por ello que a muchos nos extraña su ausencia allende nuestras tierras casi tanto como la inexistencia de vocablos como leja o llanda. Se trata de un postre sencillo, socorrido y económico en el que se emplean ingredientes tan básicos como pan duro o bizcocho, huevos, leche y azúcar.

Quizás esta sea la razón de su éxito, ya que la sencillez de su elaboración y la posibilidad de emplear cualquier resto que pilles por la cocina hacen del pan de Calatrava uno de los postres con más éxito tanto en los menús de bares y restaurantes como en los hogares humildes y no tan humildes de nuestra tierra.

Aunque muchos señalan que es un dulce andalusí, los orígenes de este postre son inciertos. Sin embargo, su nombre parece proceder de la Orden militar y religiosa de Calatrava, la cual tuvo una fuerte implantación en la actual provincia de Ciudad Real en torno a Calatrava la Vieja y estuvo presente en poblaciones de la actual Región de Murcia como Abanilla.

Atrás quedan los puddings británicos preparados con muy poco esmero o esos flanes a los que les pides algo más, es hora de dejarse guiar por el dulzor del pan de Calatrava y su esponjosa textura.

Ingredientes:

4 huevos

1 litro de leche

1 kilo de azúcar

Pan de ayer

Preparación:

En primer lugar cogemos un cazo y ponemos a calentar a fuego lento tres cucharadas de azúcar con otras tantas de agua mientras no paramos de remover hasta que se forme el caramelo, el cual verteremos en el recipiente que hayamos escogido para la receta cubriendo toda su base con él.

A continuación rellenamos con trocicos menudos de pan de ayer todo el recipiente hasta cubrir completamente el caramelo de la base. Entonces batimos bien en un bol aparte los huevos, la leche y el azúcar que nos queda para finalmente añadir esta mezcla al recipiente cubriendo totalmente el pan duro.

Metemos el recipiente en el horno al baño María a 200º durante tres cuartos de hora. Pasado este tiempo, sacamos del horno, dejamos enfriar, le damos la vuelta al recipiente ayudándonos de un plato y metemos el mismo con el pan de Calatrava en el frigorífico durante una horica al menos. Pasado ese tiempo estará listo para servir.

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