Relieves de las mesas de Tudmir: Marinera

Marineras en el Café Bar de Murcia. vanesalv

Una anchoa en salmuera sobre una generosa capa de ensaladilla que a su vez reposa sobre una crujiente rosquilla. Estos tres simples pero irremplazables componentes dan forma a una tapa que representa como pocas a la gastronomía murciana.

La marinera ha hecho todo un rito de su elaboración y consumo dentro de la cultura del tapeo murciano. Pocos aperitivos, comidas e incluso cenas empiezan sin estar esta tapa de por medio. El combo de marinera y cervecica es tan común en la ciudad de Murcia como echarle un buen chorrico de limón a cualquier comida que se cruce en tu camino antes de ser saboreada.

Las marineras en Murcia son poca broma. Que se te parta la rosquilla de una marinera por la mitad al intentar llevártela a la boca puede delatarte ante los allí presentes como forastero o persona de dudosa murcianía. Un bar que no cuide los ingredientes y la elaboración de sus marineras caerá con total seguridad en el más absoluto ostracismo. Para evitarlo, los hosteleros deben tener sumo cuidado con cada uno de sus componentes: no vale cualquier anchoa, debe ser del Cantábrico y en salmuera; las rosquillas alargadas, morenas y crujientes; y la ensaladilla melosa y fría debe incluir los ingredientes básicos en su correcta proporción y sintonía.

Tan asentada está en nuestra cultura gastronómica esta tapa que una ligera variación en sus componentes conlleva una denominación diferente completamente consensuada: mientras que sustituir la anchoa por el boquerón en vinagre sería un marinero, la ensaladilla tan solo con la rosquilla se denomina bicicleta. Tal es su grado de perfeccionamiento que numerosos hornos y panaderías de nuestra tierra elaboran rosquillas especiales para esta tapa, al tiempo que ha sido creada una rosquilla para los más torpes en el consumo de marineras. Además, muchos son los bares y restaurantes que intentan añadirle variaciones a sus componentes para encumbrarse con el título de haber elaborado la marinera definitiva.

El cuidadoso mimo en la elaboración de cada uno de sus diferentes componentes hace de la marinera una auténtica obra de ingeniería que se convierte en pura ambrosía al contacto con nuestro paladar. Un arte perfeccionado año tras año que ha encumbrado a este tapa a la mayor de las famas como legado gastronómico de nuestra tierra transmitido de bocado en bocado.

Ingredientes para 4 personas:

1 kilo de patatas

300 gr de atún en aceite

1/4 kilo de variante

4 huevos

Mayonesa al gusto

Rosquillas alargadas

Anchoas (preferiblemente en salmuera)

Preparación:

En primer lugar cocemos los huevos durante unos 10 minutos y, en una olla a presión, las patatas peladas en abundante agua con sal hasta que se puedan atravesar fácilmente con un cuchillo. El tiempo de cocción dependerá del tamaño y tipo de las patatas. Una vez cocidos los huevos y las patatas, los dejamos enfriar.

Pasado un rato cortamos las patatas con un cuchillo en pequeños dados. Hay quien prefiere la ensaladilla con la patata más machacada, pero lo tradicional es que la patata esté más enterica. Si la ensaladilla está pensada para preparar marineras, mejor machacarla un poquico más para que salga más fina.

A continuación añadimos a la patata el variante, el atún escurrido, los huevos picados y, poco a poco, mayonesa hasta que tenga la consistencia deseada. Para la presentación de la ensaladilla, se le suele poner una capica de mayonesa por encima.

Y ahora, una vez preparada nuestra ensaladilla, pasamos a la marinera. Cogemos una rosquilla y le ponemos una generosa cantidad de ensaladilla encima y, para terminar, la coronamos con una buena y hermosa anchoa, y si es en salmuera, mejor que mejor.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*